Cuando eliges a una mascota revelas mucho más de tu personalidad de lo que crees…
Quizá has escuchado que las mascotas se parecen físicamente a sus dueños; si no, observa con detalle al gato de tu vecino y verás que hay algo de razón en esta frase. Lo que no puedes negar es que, ya sea un perrito o una tortuga, este animalito se convertirá en tu mejor amigo, al que deberás tratar con respeto (es un ser VIVO) amor y paciencia. ¿Con cuál de estos te identificas? Checa lo que tu elección revela de ti.
Perro:
Buscas sentirte segura y protegida, necesitas una mascota que se convierta en un miembro más de la familia y vele tus sueños. No importa que cuando salgas a pasearlo, tu vecina, de tan sólo ver a tu animalito de compañía prefiera darte la vuelta, o que debas comprar kilos de croquetas para alimentarlo.
Conejo:
Huyes de los líos, disfrutas de la soledad y de encerrarte en tu madriguera. Tu sensibilidad y dulzura es lo que cautiva a los chavos. Una de tus áreas de oportunidad es ser sociable y amistosa con los demás.
Pez:
Independiente, creativa y muy sensible, si pudieras pertenecer a una organización a favor de los animales, tú serías la líder. Te sientes inclinada hacia lo que esté relacionado con el ambiente marino. Poner castillos, piedritas, algas, molinos… en fin, adornar tu pecera es tu pasatiempo.
Periquito:
Hablas hasta por los codos y eres demasiado inquieta, como los pericos y loros, que se la pasan haciendo ruido con su pico y repitiendo lo que escuchan en casa.
Araña:
Misteriosa y excéntrica, por eso no es raro que seas dueña de serpientes, ratoncitos blancos, arañas tipo tarántulas y escorpiones. Te atraen los seres que revelan un aura mágica.
Víbora:
Admiras el movimiento sinuoso de iguanas o víboras. Sueles sentarte horas para contemplarlos, porque te ayudan a crear nuevas ideas y tranquilizar tus nervios, después de un día agotador de escuela.
Pato:
Tranquila, reservada y rara vez revelas lo que piensas. No todos saben quién eres, pero aquellos que sí, des- cubren a una amiga y consejera incondicional. Dependiendo del lugar donde te encuentres y de la situación, será tu forma de actuar, pensar y desenvolverte.
Roedor o ratón:
Eres como una pequeña ratoncita de biblioteca, inteligente y bastante matadita. Varios piensan que no tienes amigos, pero no es así. Te encanta coquetear con tu crush y bromear con él, aunque ni siquiera te hayas preguntado si te gusta o no para novio.
Gato:
Te choca el desorden, no soportas mucho a los traviesos perritos o a las parlanchinas cotorras. Prefieres gatos tranquilos y discretos que mantienen su independencia, o tortugas pacíficas que cuando las molestan meten su cabeza dentro del caparazón.
Tortuga:
Cuando conoces a un prospecto, vas paso a pasito, pues no quieres espantarlo. Tomas las cosas del amor con muchísima calma. No le cuentas tus broncas a cualquiera y te encierras en ti misma para que no te hagan daño.
Lagartija:
Tus compañeros del salón te consideran divertida y ocurrente, pues sorprendes a todos con las ideas más originales del mundo mundial; sin embargo, por tus cambios de humor tan bruscos, acaban escapando de ti. No te late salir con cualquier galán, siempre buscas que sea diferente del resto, por ejemplo, el rebelde de la clase o el capitán del equipo.
Canario:
Para ser completamente feliz necesitas tener a alguien a tu lado, o al menos sentir que estás enamorada y soñar con el príncipe azul. Eres muy buena compañera, tanto en los momentos buenos como en los malos y peores. Escoges bien a tus amigas, ¡no puedes vivir sin ellas!
¡Cuenta qué mascota tienes!
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